Fecha de publicación, 2024
Te invito a descubrir historias escondidas, perdidas, olvidadas, o simplemente ignoradas en el universo cotidiano.
Desde la primera página, te encontrarás sumergido en una corriente de pensamientos y emociones que desafían la percepción convencional de los hechos.
Sorpréndete con otras realidades en esta antología de microrrelatos, embárcate en este viaje y revela “La sombra de lo Invisible”.
“La sombra de lo invisible” se desliza por el texto de Arístides. Puede que ronde por Rosario o tal vez en otros escenarios sin nombres. Rota sobre mujeres, hombres y niños y en su misterioso silencio rescata la memoria sin precisarlo, recogiendo el presente que bien describe. Nuestro autor siempre juega. Lo hace todo el tiempo junto con el lector y se expresa con la magia de lo no dicho, con la mutación de tiempos y espacios o la anécdota extraña. El cosmos es múltiple y en su dúctil narrativa adjetiva lo preciso, se expande trocando vida en muerte o resurrección. A veces, el hombre se vuelve animal o viceversa, en otros, es un guiño entre ambos. Hay redención en ese andar fantástico. El tiempo moviliza y mezcla el antes con el después. La luna es una sombra luminosa y hasta regresa con una batalla histórica. El tango es una sensual evocación. La mujer se prodiga en sus cuentos y ella se encarna en una “diabla” o una mujer vivencial del amor, pero también se precipita como musa inspiradora. La leyenda derrite el hielo en uno de sus textos o se transmuta en pez dorado. El sol se esconde y se evade para elevarse en otro punto y el autor lo recrea como una escena de colores en movimiento, como una maravillosa prosa lírica que canta al atardecer y en esa luz que enciende “La sombra de lo invisible” para vos lector.
Lilian Haydee Cheruse
Resulta grato descubrir que la microficción se abre caminos en otros lugares y suma autores en el espectro nacional. Tal es el caso del escritor Arístides Palacios de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Él se suma a escritoras que ya están dejando su impronta en el género breve de esa ciudad, como es el caso de Lilian Cheruse, Romina Llanos, Ester Bossi, María del Carmen Díaz, entre otras, y no deja de ser auspicioso. Aquí tenemos -recién editado- el libro LA SOMBRA DE LO INVISIBLE en donde despliega toda su artillería creativa en textos breves y no tan breves, que seguro, serán las delicias de todo lector.
Piero De Vicari
Poeta, narrador, ensayista y gestor cultural.
Palacios en este nuevo libro de relatos y cuentos breves, recoge temas y resonancias de la literatura de fantasía o ensueños donde encontró el ideal para descubrirse a sí mismo, y en la honestidad de sus historias, nos ayuda a examinar con algo más de sabiduría y de audacia, la asombrosa existencia de lo que llamamos: espacio personal. Podemos andar elementos paisajísticos variados con ciervos, cowboys, hospitales, pájaros… de los que él mismo forma parte y aquí están hechos relatos soñadores.
Palacios sabe que lo ambiguo nos divierte y alimenta, pero también sabe que lo inequívoco nos aburre, acaso sea por eso que inventa, se imagina escenarios antiquísimos y contemporáneos, y en ese mix: nos muestra un infinito y claro narrar de sus reflexiones emotivas. Su concepción de una vida rodeada y esparcida de sensaciones extraordinarias con una mirada que va atrás y adelante al mismo tiempo, que evoca y contempla y piensa y discurre. Este es un libro envuelto por un halo de misterio y fascinación en el que deambulan personajes sonámbulos. La sombra de lo invisible también es un mapa con sombras del pasado que apelmazan el presente como una corteza anecdótica al meollo trascendente de sus días; los de desfigurar lo que acontece; para imaginar utopías. Hay aquí también una afectación real que produce una puesta en escena llevándolo al mismo momento a interrogar lo que queda de esas micro historias. Me llaman la atención, la pluralidad de escenarios diferentes en los que se presiente una necesidad de alojamiento, ya sea en parajes abiertos en donde todo se hace diáfano mediante un especial resplandor o espacios lúgubres y alocados. De ese modo, con tantas atmósferas: lo explicable o lo explicado quedan encerrados en una jaula de arena y esa libertad guarda relación con lo indefinido, con lo paria, lo diferente que el narrador avista. En todos esos lugares está la tierra como origen de vida, la tierra como ilusión de encuentros. Hay una legión de figuras, velos, ruidos y cautelas inescrutables que hacen la atmósfera
La indagación sobre los sueños que hace el autor son cajas de memorias en las que equivalencias, ecos y resonancias hacen impulsar la voz y la mirada y lo que había antes. Aquí se celebra el encuentro entre las obstinadas cosas del mundo y el microrrelato; y lo sagrado y lo trascendente. Porque la obra literaria es siempre fruto de un sueño creador, de ilusiones picosas que guían al pathos para culminarlas, y Palacios sigue avivando su pasión como ingrediente fundamental a sus narraciones.
¡Salud por este ocio floreciendo!
María Paula Alzugaray
Rosario, invierno de 2024
…porque sé que en la tierra
no hay una sola cosa que sea mortal
y que no proyecte su sombra.
JLB “Los conjurados” 1986
De la lectura de “La sombra de lo Invisible”
de Arístides Palacios
Inquietante experiencia.
Un lugar para detenerse.
Para buscar sosiego.
Para develar misterios.
Palabras-alma.
Un itinerario para descifrar.
Una noche para envolver en sombra.
Un corazón para latir silencio.
Cristina Cantenys
Amiga y escritora.
UNA APROXIMACIÓN AL LIBRO “LA SOMBRA DE LO INVISIBLE” DE ARÍSTIDES PALACIOS
Apenas aparecido el volumen de Aristides Palacios, expresé en las redes: “Resulta grato descubrir que la microficción se abre caminos en otros lugares y suma autores en el espectro nacional. Tal es el caso del escritor Aristides Palacios de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe… y no deja de ser auspicioso”.
Me estaba refiriendo, concretamente, al libro LA SOMBRA DE LO INVISIBLE, editado por Macedonia Ediciones, en el presente año.
Ahora bien, esta manifestación no pretende encasillar a Aristides Palacios, como cultor de una determinada modalidad narrativa (la microficción), sino que lo destacan dentro de| mismo género que la contiene.
Ello es así, en tanto y en cuanto muchas de las historias que encontrarán en sus páginas, se sumergen en lo breve, pero otras quieren superar ese límite atento a las exigencias de la trama.
Aclarado este punto, podemos señalar que LA SOMBRA DE LO INVISIBLE es el primer testimonio de su escritura que se hace pública y como tal, ya se destaca en Palacios, la ambición de todo narrador: contar.
Nadie podrá negar que este autor es un digno descendiente de aquellos primeros homos sapiens que —alrededor de una hoguera— se reunían bajo el amparo del fuego, para narrar sus cosas. Historias compartidas cuya trascendencia y difusión, nos permitieron tomar posesión del mundo. En igual consonancia, al escritor le permite dominar el elemento primordial de su labor: el lenguaje.
Depurarlo, hacer que se ajuste a lo que la idea impone, buscar la palabra precisa, el giro que devele o sugiera, lleva un camino arduo por recorrer, y Arístides lo está iniciando.
La permanente lectura, integrar un taller, poner a consideración la obra con otros pares deviene crucial en el crecimiento del oficio. Todo ello se verá reflejado luego en las páginas impresas: espejo inexorable de lo que somos y podemos ser.
Pero volvamos a LA SOMBRA DE LO INVISIBLE para expresar que, desde la extrema síntesis que requiere una MICROFICCIÓN (en donde brevedad, concisión e intensidad se dan la mano) hasta la estructura que conforma el atributo de su acción dramática, todo tiene un sustento en este libro.
Apoyadas muchas veces en lo fantástico, las historias de LA SOMBRA DE LO INVISIBLE recorren senderos que reconocen obsesiones, pero también sueños, esperanzas y deseos, tópicos en donde el claroscuro de las sombras, develan realidades solo percibidas desde la invisibilidad.
Parece un juego de palabras, pero ese cuasi oxímoron del título, nos sumerge en potenciales situaciones que se irán descubriendo con e| correr de los párrafos. Reconociendo raíces geográficas (muchas de estas historias se reflejan en esta ciudad santafesina) el autor otorga identidad a su acontecer narrativo.
Impronta que destaco no solo por el evidente reconocer de los entornos, sino también porque, a través de esos puntos del ejido urbano, le otorga verosimilitud y familiaridad a lo narrado.
En definitiva, el volumen LA SOMBRA DE LO INVISIBLE, despliega toda una artillería creativa cuya resonancia reverbera en el lector.
Cuentos como NIÑO PAYASO, LA SOLEDAD DE LA TANGUERA, EL DIBUJO MÁGICO O AMOR PANGOLÍN, se ajustan a la perspectiva microfictiva de las 120 a 150 palabras y todo ese universo ficcional se concentra allí (personajes, ambientación, acción dramática) para ser condensación, pero también notoria luminosidad.
Otros textos como EL LIBRO ENCANTADO DE CATALINA, DUELOS Y SOMBRAS y CORAZÓN ROBADO, para mencionar: solo algunos, extienden Su figura léxica entre las 200 y 300 palabras, ahondando en la extensión más acostumbrada para este tipo de brevedades.
El lector encontrará también cuentos más extensos como LA LEYENDA DEL TÚNEL DE HIELO, TANGO o LUSTRABOTAS, pero ninguno de ellos escapa a la finitud espacial que requiere o demanda esta particularidad narrativa.
Aventurarse a la publicación partiendo desde lo más mínimo, no deja de ser un desafío. Y Aristides lo sabe. Un desafío que nos interpela y compromete, sabiendo que la trayectoria de un escritor son escalones de una larga escalera que no admite retrocesos, solo avances.
El libro que venga después de LA SOMBRA DE LO INVISIBLE verá reflejada en su propia experiencia, el mito de Sísifo. Se termina para empezar, siempre, en una eterna mudanza de ripios y horizontes, de luces y sombras. Eso hace a lo maravilloso de esta relación con las letras.
“Historias escondidas, perdidas, olvidadas o simplemente ignoradas en el universo cotidiano que desafían la percepción convencional de los hechos” asevera Aristides Palacios, en una especie de resumen primordial del volumen que hoy se presenta. Y no está equivocado. Es más, de eso se trata: bucear en ese costado que, por invisible, no deja de tener una sombra que lo delate.
Cabe destacar que este volumen posee, en sus inicios, un pequeño prólogo a cargo de la escritora Lilian Cheruse, en donde habla de juegos, mutación de tiempos y espacios o de anécdotas extrañas, retratando —quirúrgicamente— esa arista singular que veremos en el libro. También pregona —como adenda de lo antes indicado— que “El cosmos es múltiple, y en su dúctil narrativa adjetiva lo preciso, se expande trocando vida en muerte o resurrección”.
Adviértase que el epígrafe que antecede a los textos, ya nos deja la Ilave para poder ingresar en el mundo literario de Aristides Palacios. Dice Julio Cortázar: “Cada hecho, por cotidiano que sea, esconde un mensaje cifrado”,
Para finalizar, los invito a internarse en estas historias, a degustarlas, a hacerlas suyas, única manera de ser cómplices creativos en la dimensión abarcadora de la palabra.
Piero De Vicari Agosto 2024